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Las divisiones internas restan fuerza a los partidos de izquierda en México

Si el PRD no logra reestructurarse perderá su posición como el principal partido de izquierda de México ante nueva agrupación.

Por: | Publicado: Lunes 7 de diciembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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El 21 de noviembre, Andrés Manuel López Obrador fue elegido líder de su partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Su elección se produjo después de que la colectividad que antes encabezaba, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), eligiera al parlamentario y ex académico Agustín Basave como su nuevo presidente, el 7 de noviembre. Aunque López Obrador inspira una lealtad absoluta dentro de Morena, el partido sólo tiene una presencia estrecha en algunas partes del país. En tanto, Basave tiene la poco envidiable tarea de tratar de rescatar al tercer mayor partido del país de la pérdida de credibilidad y apoyo público.


Aunque la izquierda en su conjunto no perdió un número significativo de escaños en la Cámara de Diputados en las elecciones de medio término de junio, la posición tradicionalmente ostentada por el PRD como el principal partido de izquierda de México fue severamente debilitada tras el surgimiento de Morena: el PRD tiene ahora sólo 60 escaños, frente a los 103 de la anterior legislatura (2013-15); Morena pasó de cero a 35.

Mientras que el gobernante centrista Partido Revolucionario Institucional (PRI) se beneficia de su base de apoyo tradicional y la derecha tiene al Partido Acción Nacional (PAN) como su principal representante ideológico, los problemas de la izquierda para presentar un frente unificado se han convertido en una cuestión urgente antes de las elecciones presidenciales de 2018.

El reto de Morena


López Obrador fue el único candidato que disputó el liderazgo de Morena. Veinte miembros del Comité Ejecutivo Nacional del partido, el máximo órgano de toma de decisiones, también fueron elegidos ese día, incluyendo algunos de los colaboradores más cercanos de López Obrador.


El político encabeza actualmente las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales de 2018. Sin embargo, todavía no han surgido los candidatos de los otros partidos y su liderazgo en este momento no es suficiente para garantizar que vaya a ganar la carrera, sobre todo teniendo en cuenta que las elecciones son dentro de dos años y medio. A pesar del impresionante debut de Morena en las elecciones intermedias de julio de 2015, una cuota de 8,3% de los votos federal (equivalente a alrededor de 3 millones de votos) está lejos de ser suficiente para entregar a López Obrador la presidencia. La decisión de Morena de no formar ninguna alianza con el PRD para las elecciones de 2016 puede limitar su capacidad para ampliar su presencia, particularmente en los estados donde el PRD ha gobernado en el pasado.

PRD enfrenta dificultades


Basave fue miembro del gobernante PRI hasta 2002, y sólo se convirtió en un miembro formal del PRD a fines de agosto de 2015, para participar en una elección interna tras la dimisión de su predecesor, Carlos Navarrete, tras las pérdidas significativas del partido durante las elecciones legislativas locales y federales de julio de 2015.


A pesar de su posición como un extraño, Basave prácticamente fue impuesto al partido por la dominante facción Nueva Izquierda. Como resultado, ganó la elección por delante de los otros dos candidatos, asegurándose 295 votos de un total de 304 emitidos por los miembros del Consejo Nacional del partido.
En años anteriores Nueva Izquierda ha formado coaliciones electorales con el opositor ideológico del PRD, el conservador Partido Acción Nacional (PAN), algunas de los cuales tuvieron éxito en derrotar al PRI en los estados que no habían sido previamente gobernados por otros partidos. Sin embargo, la estrategia nunca fue aprobada por unanimidad y sigue siendo una fuente de disidencia interna dentro del partido. Pero Basave ha afirmado que sin la formación de alianzas con el PAN el partido no ganará en solitario la carrera a gobernador en 2016.


Alianzas electorales PRD-PAN siguen siendo una posibilidad en los estados donde el PRD ha participado previamente en una coalición de gobierno, pero, dado el actual equilibrio de poder político, los candidatos a gobernador provendrán casi seguro del PAN en lugar del PRD. Paradójicamente, el principal beneficiario en los estados donde Morena desafíe una alianza PRD-PAN es probable que sea el PRI. Éste es particularmente el caso de Veracruz, donde el 9 de noviembre el PRD anunció que había acordado una alianza electoral con el PAN.


La actuación del PRD en las elecciones del año que viene, sin duda, tendrá un impacto significativo en las carreras de 2018. Una alianza con el PAN para la contienda presidencial está fuera de discusión, por lo que el PRD ha seguido buscando la formación de una coalición amplia de izquierda, incluyendo Morena, algo que el partido de López Obrador ha rechazado de plano (es poco probable que López Obrador renunciara a sus posibilidades de una tercera carrera a la presidencia en cualquier circunstancia). Algunos de los partidos de izquierda más pequeños, como el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano (MC) aún podrían unir sus fuerzas, aunque incluso el MC ha aparecido recientemente mucho más independiente a la luz de sus excelentes resultados.


Aunque optar por socios de la coalición alternativa puede ayudar a aumentar la eficacia del PRD en la lucha electoral en el corto plazo, son poco probable las divisiones dentro del PRD y en la izquierda política. Más importante aún, como la creación de coaliciones no será propicia para la reconfiguración de la identidad del partido, que es un paso esencial si pretende tener un futuro, el PRD aparece como demasiado radical para los centristas y progresistas, y demasiado establecido para aquellos votantes que simpatizan con la retórica anti clase dirigente de López Obrador. Dado el atractivo de López Obrador para las masas, si el PRD no logra reestructurar su ideología y principios cederá su posición de principal partido de izquierda de México ante Morena.

Otro jugador


Sin embargo, otro jugador dentro de la izquierda política surgió recientemente, con el lanzamiento el 3 de octubre de un nuevo movimiento llamado Por México Hoy. Creado por el fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas (quien renunció al partido en noviembre de 2014 por desacuerdos con Nueva Izquierda), el movimiento busca actuar como grupo de presión para la participación ciudadana directa en la política fuera del ámbito del sistema de partidos. El movimiento afirma no ser un partido político; sin embargo, también busca crear apoyo popular, sugiriendo que una vez que se haya desarrollado una estructura ésta podría respaldar a un candidato o convertirse en un partido formal, lo que contribuye aún más a la fractura de la izquierda política.

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